María Jesús Montero quiere hacer historia
«Diga que ahora defiende la maravillosa ‘financiación singular’ catalana de la que renegó durante meses, que lo que antes era injusto se ha convertido en solidario»

Ilustración de Alejandra Svriz.
Ante todo, seamos educados y esperemos que María Jesús Montero esté recuperada de las quemaduras en sus manos. Ella fue una más de las que ingresó en la unidad de quemados monclovitas por confiar en Santos Cerdán. Quizá uno de los efectos secundarios del achicharramiento fue una especie de amnesia que le hizo decir a la sevillana, el día en que Super Cerdán —que diría ZP—entró en prisión, que esa persona no tenía nada que ver con el PSOE. Debe estar recuperada, y lo celebramos, pese a que ahora anda ausente. Con lo que ella ha sido. Con ese nervio, esa actividad frenética que le caracteriza. Es la pregonera oficial del Gobierno desollado, porque en el Ejecutivo se dejan la piel día a día en su trabajo.
Estuvo Montero mitineando, «y cuándo no» me diréis. Lo hizo este pasado sábado en Jerez y allí pronunció, con ese verbo florido que es marca de la casa: «Se nos puede ver con la cara más delgada o menos delgada, como al presidente del Gobierno, porque sufrimos, porque trabajamos, porque estamos al pie del cañón, todo el día empujando España». Con la lógica Montero, si Sánchez está muy delgado, es porque sufre, si está menos delgado, es porque sufre. ¿Cuándo no es víctima de algo este Gobierno? Con lo sufrido que es gobernar, pero ellos no aflojan. Todo sea por España. Aunque, reitero, Montero va de mitin en mitin, pero se la ha visto últimamente fuera de la actividad política que, con tanto orgullo propio, realiza el Ejecutivo del que ella es vicepresidenta primera.
Sorprendió que la también ministra de Hacienda, señora Montero, no anduviera en la reunión bilateral Gobierno-Generalitat y, claro está, tampoco fuera ella quien diera la rueda de prensa tras el acuerdo para la futura financiación singular para Cataluña. Asuntos que conciernen a María Jesús Montero: impuestos, recaudación, Agencia Tributaria, reparto de la pasta. El lunes donde se escenificó el acuerdo, con el beneplácito de Esquerra, entre el Gobierno central y la Generalitat de Cataluña, la agenda de la número 2 de Sánchez en el Gobierno, estaba vacía. Y el martes, como si se tratara del frigorífico de un piso de estudiantes, la agenda de Montero seguía desierta. Ni una baldosa para unos yogures caducados, nada de nada. ¿Dónde estás, María Jesús?
En Barcelona, poniendo la cara al descaro, estuvo Ángel Víctor Torres, ministro de Política Territorial, y no la ministra de Hacienda porque hay una tierra llamada Andalucía. Una comunidad autónoma donde María Jesús Montero quiere hacer historia: sacar el peor resultado del PSOE en unas autonómicas andaluzas. Es la tesis en la que creo. Es que si no, no se entiende de otra manera, ¿qué lógica electoral tiene el presidente colocando a Montero como su candidata para Andalucía, y a la vez, teniendo que ceder a las presiones de sus socios indepes?
«Ser de férrea disciplina sanchista cotiza a la baja en las elecciones, es un hecho»
¿Cómo cree que va a sentar en Andalucía que la ministra de Hacienda, con sus dulces aspiraciones a llegar a San Telmo, refrende un pacto del que la mayoría de comunidades —incluida Castilla-La Mancha o Asturias (en manos socialistas)— están en contra? Qué piensa decirles a los andaluces, cuando les demande su confianza. Qué difícil debe ser intentar estar al plato y a las tajadas, o dicho de otro modo, a lo que diga Sánchez y a los que a ti te beneficia como futura candidata a la Junta de Andalucía.
Ahora salga de su silencio estudiado y dígalo. Dígaselo a todos los españoles, y entre ellos, a los andaluces. Diga que ahora defiende lo maravillosa que es la «financiación singular» catalana de la que renegó durante meses. Afirme que lo que antes era insolidario e injusto se ha convertido en solidario y necesario. Cántenos las bondades de un pacto por el que solo se alegra una comunidad: Cataluña. Y dos gobiernos: el de Sánchez y el de Illa. Ser de férrea disciplina sanchista cotiza a la baja en las elecciones, es un hecho.
Solo el más anti sanchista de todos los socialistas es el que tiene mayoría absoluta: García Page. Por eso, la senda de María Jesús Montero es tan atrevida. Por eso su silencio prologando hace tanto ruido. Y aunque no esté en las reuniones para el asunto fiscal, la sombra se deja ver. Andará Juanma Moreno fumándose un puro, y esperando más mítines de María Jesús Montero. Con cuidado de poner la mano, otra vez, en el fuego.